AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Es noviembre el mes de la familia, mes en el que las iglesias, escuelas y todas las instituciones de una u otra forma que tengan que ver con el núcleo familiar deberían incentivar actividades que vayan dirigidas a reforzar la unidad, la buena convivencia, la estabilidad y el crecimiento armonioso de la familia.
Ese grupo de personas, normalmente unidas por lazos legales y afectivos, que conviven y tienen un proyecto de vida en común, por ejemplo, los padres y los hijos es a lo que llamamos familia.
Lo lógico y lo normal es que, de la unión de un hombre y una mujer, tal como Dios lo dispuso, nazca la familia, al traer al mundo a sus hijos que pasan a formar una parte muy importante del hogar.
Pero hoy en día vemos tantas variedades de supuestas familias, algunas que desnaturalizan el proyecto de Dios, que, para no irrespetar ideologías diversas, ni entrar en contradicciones, prefiero no analizar.
La gran mayoría, sobre todo de nuestras generaciones anteriores, crecimos con un concepto muy arraigado de lo que es el respeto, la lealtad, fidelidad y apego a nuestro núcleo familiar, tanto así que, aunque nuestros hijos crezcan y se retiren del hogar en la modalidad que sea, mantenemos lazos afectivos, de solidaridad muy fuertes, sin importar la distancia.
Es esto tan real que vemos a muchos padres sufrir por el desapego de un hijo que se casa o se va a vivir a otra ciudad, y hay quienes creen que nuestros hijos son nuestra propiedad para toda la vida, cuando la verdad es que ellos son hijos del mundo y queramos o no, hay que soltarlos y dejarlos que formen campaña aparte. (Génesis 2:24).
Usted como padre no puede pretender dirigirle la vida a sus hijos desde la distancia cuando crecen, no puede exigir una llamada todos los días, ni siquiera que contribuyan con el sostenimiento económico de usted, eso es algo que debe nacer de lo que usted sembró, si ellos pueden y quieren bien, y si no, también.
No podemos estar manipulándolos, ni quitándoles su paz, a nosotros no nos importa la pareja que elijan, eso es problema de ellos, ni tenemos que estar pendientes de como llevan su hogar, ya ellos crecieron, usted ocúpese de su calidad de vida y suéltelos.
Es esta una gran realidad que todos debemos asimilar, celebrar juntos un 24 de diciembre, un cumpleaños, una fecha importante, fue algo que usted debió aprovechar cuando eran niños, ya es muy tarde y ellos no tienen la obligación de guardar esas tradiciones, por eso debemos dar mucho amor y compartir lo más que podamos cuando están pequeños.
A todos nos llegará la separación, por eso tenemos que trabajar el desapego, para que luego el sufrimiento sea menor.
Víctor Martinez te recuerda una vez más, que el único indispensable en tu vida debe ser el Señor.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestra hermana Virginia Sánchez Fabián.
Hasta la próxima.