¡En nombre de la autoridad que me confiere este uniforme! Acompáñame, está libre de esa trampa de la madre naturaleza, había monologado el agente policial que liberó un hermoso ejemplar de can, atrapados por las aguas embravecidas en la provincia de San José de Ocoa.
Mientras el perrito en silencio reclamaba un socorro para salvar su vida, en esa inundada vivienda, amenazada por un embravecido afluente, el agente policial se convirtió en un “Chapulín” Colorado y acudió en su ayuda.
¡Misión cumplida!
Salvar una vida en peligro, en este caso, la de una criatura que simboliza al mejor amigo del hombre, es un hecho honroso, que debe sentir orgulloso, no sólo al agente que lo hizo, sino a la Policía Nacional.
La acción individual del agente no forma parte de la supuesta reforma, sino, pone de manifiesto la vocación de servicios que va en el cuerpo social de muchos hombres de armas.
Hermosa acción la de ese policía en la provincia de Ocoa, al rescatar de una muerte segura al mejor amigo del hombre.
Este policía hizo un gesto maravilloso…