AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Hoy deseo invitarlos a meditar sobre la siempre difícil conjugación de lo temporal y lo espiritual, del César y de Dios, pues debemos tener bien claro que Dios es el único Señor de la historia. Así lo expresa Isaías haciendo una lectura religiosa de los acontecimientos que vivía Israel.
En el evangelio de Mateo 22, Jesús insiste en el señorío de Dios y, por lo tanto, en que ningún poder en la tierra es digno del culto que a él sólo hay que ofrecer. Los cristianos de Tesalónica, nos hace saber Pablo, son ejemplo de amor y esperanza en el Señor Jesucristo.
Isaías 45 nos presenta, por ejemplo, a un gentil que Dios ha escogido para dar salvación a su pueblo, para que todos, creyentes y paganos lo reconozcan como único Dios. Esto podemos verlo, incluso en el salmo 95, cuando nos invita a aclamar la gloria y el poder del Señor, confirmándonos la idea del Dios de Israel, como único Dios.
Jesús vivía entre tramas, cuestionamientos, acusaciones, persecuciones y todo por quererlo quitar de en medio, los dirigentes judíos lo tenían en la mira.
Es lo mismo que nos sucede a quienes trabajamos para ayudar al Padre, en la transformación del mundo, las críticas de algunos, las miradas despectivas, los rechazos y los juicios reclamando cuán lejos nos encontramos de la santidad, son utilizados para echar por tierra las obras que para Glorificar al Padre queremos hacer.
Si bien es cierto que todo cristiano debe luchar por llevar un comportamiento ejemplar, no es menos cierto que la lucha contra las fuerzas del mal, para salir victoriosos y no perder de vista nuestra misión de llevar a Dios a todos los corazones, predicar Su Palabra, y ayudar al prójimo, es altamente costosa, pero no podemos perder de vista que al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, por sobre todas las cosas.
La vida nos trae tentaciones infinitas envueltas en sus mejores aderezos y nos pone en situaciones difíciles en las que tenemos que elegir, muchas veces, entre el bien y el mal, pero es Jesús quien nos debe servir de ejemplo, de guía, para no dejarnos llevar de las flaquezas humanas, cayendo en las tentaciones y optar siempre por el Reino de los Cielos.
Víctor Martínez ha entendido a través de los años que no somos pastel que guste a todo el mundo, pues Jesús que era Dios, fue crucificado y rechazado por muchos, entonces nosotros que no somos nada, no podemos pretender que le gustemos y seamos aceptados por todos, tenemos que fortalecernos en la fe para librar las batallas contra el mal que viene acompañado con las críticas, murmuraciones, calumnias, juicios, con los que te quieren crucificar algunos, por tus errores que, como humano que eres, has cometido.
Oremos por quienes se dedican a trabajar en la viña del Señor y llevarlo a los corazones de los demás a través de su sonrisa, saludo cortés, amabilidad y educación, ejercicio de la caridad, de su prudencia y actitudes de buena voluntad.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo que nos brinda la Fundación Farach.
Hasta la próxima.