AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
La mayoría de las personas tienen gran temor a los temblores de tierra, a los terremotos, saben que son impredecibles, nos sorprenden, nos destruyen, tenemos grandes pérdidas y peligran nuestras vidas y la de nuestros seres queridos, sin embargo, podrían prepararse para amortiguar los daños y hacen caso omiso.
Definitivamente los seres humanos somos complicados, es lo mismo que acontece en nuestras vidas, “a veces nuestra vida está tan sumergida en la mediocridad, el egoísmo y la comodidad, que sólo un terremoto podría despertarnos y cambiarnos. Por eso el Espíritu Santo puede permitir algún terremoto para que nos decidamos a vivir en serio.” (Víctor Fernández).
Hay quienes creen que tienen el mundo en sus manos, viven engrandecidos por una posición determinada, por todo el dinero que ganan y derrochan en ocasiones, sin pensar en los demás, viven sembrando cizañas familiares, fomentando el odio, el rencor, la falta de perdón, dividiendo las familias, haciendo daño. Viven alejados cada día más de Dios, inmersos en las adicciones y los vicios y nunca se preparan para amortiguar el golpe, pues piensan que nunca habrá terremotos en sus vidas.
La Palabra de Dios nos dice que, si nos aferramos a seguridades de este mundo, llegará un momento en que esas seguridades van a ser destruidas, llegará el gran terremoto de nuestras vidas que nos ayudará a romper todo lo malo que hay en nuestro interior para alcanzar la liberación que solo el Espíritu Santo nos puede dar con su gracia, con su amor, con su perdón.
La Palabra es muy clara, ese terremoto interior de nuestra vida no será nuestra ruina, será el desprendimiento de todo lo que nos aleja de Dios, y nos llevará a la liberación para vivir un estilo de vida diferente, más digno y santo.
“Cuando comiencen a suceder estas cosas, levanten la cabeza, porque se acerca la liberación.” (Lc. 21, 28) “Habrá un tiempo de angustia…” (Dan 12).
Víctor Martínez ha sufrido sus pequeños terremotos interiores, he vivido situaciones de mucho dolor, con grandes pérdidas que me han demostrado cómo Dios se las ingenia para reconstruir nuestro interior con su amor, su misericordia y su paz. Hoy hermano que me escuchas, te invito a prepararte espiritualmente creando las bases para amortiguar el dolor que sufrimos cuando nos llegan esos momentos difíciles de nuestras vidas. ¿Cómo?, fortaleciendo tu relación con Dios para que tengas de donde agarrarte con seguridad en esos momentos de dolor.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido en nuestra fundación por nuestro hermano abogado, Daniel Tejeda.
Hasta la próxima.