Necesitamos la Comisión de la Verdad
El 9 de octubre de 1971, fue un día horrible, aparecieron cinco jóvenes asesinados en el play de La Normal, detrás del Liceo Público Juan Pablo Duarte, en Villa Consuelo, Distrito Nacional.
Radhamés Peláez Tejeda, Rubén Darío Sandoval, Víctor Fernando Checo, Reyes Florentino Santana y Gerardo Bautista. Todos fueron vilmente ultimados.
En principio se acusó de estas muertes a los integrantes de la “Banda Colorá”, grupo de sicarios creado por Enrique Pérez y Pérez y dirigido por el ingeniero Ramón Pérez Martínez (Macorís).
Más tarde se determina la principalísima participación del teniente Álvarez, hijo de un general del Ejército Nacional, y quien fue el mismo oficial que ejecutó a nuestro Amín Abel Hasbún.
Los jóvenes residían en el Barrio 27 de Febrero, en la zona norte del Distrito Nacional, y participaban en actividades culturales, sociales y deportivas en el Club Héctor J. Díaz, celebrando el Día de Los Clubes.
Han pasado 52 años de estos horrendos asesinatos y han pasado distintos presidentes de varios partidos y nos preguntamos, cómo es posible que ningún gobierno haya tenido la voluntad política de hacer justicia.
Al final, todos son iguales, solo cambian de chaquetas.
Hay una irresponsabilidad histórica de todos nosotros por nunca haber exigido justicia ante tan terrible masacre.
Es por ello, que todos los días, y a cada momento, reclamamos que se integre la Comisión de la Verdad.