AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Si algo me ha gustado de mi estadía en Turquía, país que cuenta con un gran legado en la historia del cristianismo y en su territorio se consolidó como una de las entidades políticas más poderosas en la historia cristiana, donde Pablo y el apóstol Andrés, establecieron Iglesias, siendo una de las más conocidas la Iglesia de Éfeso, lugar donde vivió y murió la Virgen María, es la conexión increíble que he podido establecer con mi Dios, a través de la presencia del Espíritu Santo, quien de manera misteriosa guía mis pasos día a día.
He dado el testimonio de que todas y cada una de las personas que he invitado o que se han acercado espontáneamente para pertenecer a la Comunidad de Miembros Colaboradores de nuestra Fundación Vidas en Desarrollo, han tenido una conexión especial y particular conmigo, tras la revelación de sus nombres por parte del Padre.
Hoy me levanté a las 5 de la mañana con Diana en mi mente y corazón, al abrir los ojos se me presentó su imagen algo angustiada, y me apresuré a ponerla en mis oraciones a ella y su familia, horas más tarde al escribirle a su madre, me contaba los momentos de angustia que ha estado viviendo Diana con su niña enferma, de inmediato me comuniqué con ella.
Palabras de Diana:
“Mami me envió tu mensaje. En el mismo momento que lo sentiste yo estaba abrumada llorando por la situación que estaba pasando con Emily, mi niña más pequeña de 6 años. Estábamos pasando varios días de incertidumbre, viéndola enfermita con fiebre constante sin saber qué era, haciendo análisis que salían normales. Dios te usó en ese momento para recordarme que está conmigo siempre, y qué feliz me hace que fueras tú, del otro lado del mundo, con una conexión especial de tantos años.
El Señor nos fue guiando, sentía en mi corazón buscar a otra doctora, lo tenía en oración desde el domingo y así lo hicimos el lunes. Ella ordenó un análisis y su sospecha se confirmó. No es nada grave, solo un virus más prolongado de lo usual. Resta esperar que termine de desaparecer y seguir dando gracias a Dios por cómo nos escucha, guía y acompaña en todo momento.”
Al otro día Diana me manifestaba su deseo de pertenecer a la Comunidad de nuestra Fundación, ya está entre nosotros.
Víctor Martinez recuerda a Diana como una de sus alumnas más meritorias del colegio, una niña siempre tímida, silenciosa, muy educada y de comportamiento muy correcto, el cariño mostrado por ella y su madre Carolina, la solidaridad, el apoyo y las semillas de amor que sembraron en mi corazón han dado grandes frutos a través de los años.
Hoy solo me resta darle gracias al Padre por usarme, por ayudarme a crecer en la oración, por mi labor apostólica que desde la distancia he podido realizar para tantas personas del mundo entero, por enviarme ese grupo de ovejitas, que han formado esta Comunidad de Amor y que están fortaleciendo mi labor con sus oraciones y aportes, bendícelos a todos.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes, gracias al apoyo que nos está brindando desde EUA, nuestra hermana Jennifer Dietsch.
Hasta la próxima.