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REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
El libro de Lamentaciones revela la patética condición de Judá después de la conquista babilónica de Jerusalén, la cual ocurrió como resultado de los pecados del pueblo y de su indiferencia a las advertencias proféticas.
Al estudiar Lamentaciones, lograremos entender el dolor, el pesar y las consecuencias que pueden acompañar el pecado. También aprenderemos acerca de la compasión y la misericordia que el Señor extiende a quienes acudan a Él en sus pesares.
Jeremías escribió el libro de Lamentaciones, contiene reacciones de pesar por la destrucción de Jerusalén y su templo alrededor de 586 a. de J.C., lo cual ocurrió durante la vida de Jeremías.
Jeremías escribió el libro de Lamentaciones en algún momento después de que los babilonios destruyeron Jerusalén. No sabemos en dónde estaba Jeremías cuando escribió este libro, pero es posible que haya estado ya sea en Jerusalén o en Egipto (véase Jeremías 43:6–7).
Todo el libro de Lamentaciones se compuso cuidadosamente en poesía. Los primeros cuatro capítulos forman acrósticos. El libro de Lamentaciones contiene composiciones acrósticas basadas en las 22 letras del alfabeto hebreo.
Poéticamente, el uso de acrósticos le da estructura y secuencia a la expresión del pesar abrumador de Judá en circunstancias que deben haber parecido caóticas, desordenadas y sin sentido. El uso de este recurso literario también refleja el uso razonado del lenguaje al clamar a Dios.
En su expresión poética del dolor, de la conmoción y del sufrimiento del pueblo, Lamentaciones se asemeja a otros libros poéticos del Antiguo Testamento, tales como Job y Salmos (véase Salmos 74 y 79). No obstante, al igual que muchos de los libros del Antiguo Testamento, Lamentaciones no contiene ninguna respuesta de Jehová; capta solamente el sufrimiento y la añoranza que experimentó el pueblo antes de que Dios les mostrara misericordia.
Evocan, la destrucción de Judá y el horror del sitio de la ciudad.
En la Primera lamentación, el poeta llora la catástrofe personificando a la ciudad como una princesa abandonada y castigada a causa de sus muchas transgresiones, en forma de alegoría.
En la Segunda lamentación, se conduele del castigo tan severo que Yahvéh envía a los judíos: el hambre y sus consecuencias: los niños desfallecen, los cadáveres inundan las calles, y exige a la ciudad que haga penitencia.
En la Tercera lamentación se equipara su propio sufrimiento con el del resto de la ciudad, anuncia la esperanza de Sion y anhela para sí la misericordia divina
En la Cuarta lamentación. Nueva lamentación que deplora la gloria pasada del templo de Jerusalén, ahora destruido, y el abandono en que se encuentra la ciudad.
La Quinta lamentación es un fuerte grito que pide ayuda, una lamentación de todo el pueblo que implora que Yahvéh se acuerde de su pueblo y lo ayude. La Vulgata latina la titula "Oración del profeta Jeremías".
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias a nuestra hermana Yolanda Logroño.
Hasta la próxima.