Cómo erradicar el pecado

  AYUDAME A SALVAR UNA VIDA  

REFLEXIONES…

Hola, amigos, ¿Qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Dios nos traza las pautas en este domingo, para vivir a la altura de lo que Él espera de nosotros, pero la realidad es otra, los cristianos hemos tenido que enfrentarnos al hecho del pecado, es esta la razón por la que Jesús nos da las normas para erradicar el pecado.

En Mateo 18, nos dice: “Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano”. Palabra del Señor.

Pienso que es esta una forma muy sensata de ayudar a un hermano que está inmerso en el pecado, tratar de rescatarlo y enfrentarlo con amor.

Pero Jesús nos brinda otra solución para ser perdonados y arrancar el pecado de nuestro ser, instituye el Sacramento de la Confesión y envía a sus apóstoles por todo el mundo a perdonar los pecados de quienes de verdad se arrepienten de todo corazón.

“Les aseguro que todo lo que aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que
desaten en la tierra quedará desatado en el cielo”. Palabra del Señor.

Para quienes se arrepienten, abandonan la vida de pecado y dejan entrar a Dios en sus corazones, les promete que todo lo que pidan se le concederá, siempre que lo hagan en reunión con el hermano, Él quiere que aprendamos a orar en comunidad, ya en tu hogar con tu familia, en la Iglesia, con tus amigos, pero que oremos reunidos en su nombre, pues nos promete que ahí estará presente.

“Les aseguro, además, que, si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Palabra del Señor.

Víctor Martinez piensa que debemos poner atención a la práctica de nuestra fe, Dios no quiere que tú crezcas solo en la fe, que tu ores permanentemente en el silencio de tu soledad, Él nos invita a congregarnos, a arrastrar a los demás con nuestros testimonios, palabras, acciones, oraciones y nos promete que así estará presente y nuestras oraciones serán oídas.

Este mensaje ha llegado a todos ustedes, gracias al apoyo que nos brinda la Fundación Farach.

Hasta la próxima.