Preocupación por Santiago

Por Olmedo Pineda

La ciudad de Santiago o Ciudad Corazón, está sumida desde hace unos cuantos años en un galopante descontrol social, altamente preocupante, por los actos delincuenciales que han venido ocurriendo en los diferentes sectores de esta culta sociedad.

¿Qué está pasando en la Ciudad Corazón?

La interrogante es formulada por los frecuentes crímenes, asaltos, robos con violencias, bebidas alcohólicas, prostitución desenfrenada y alto consumo de sustancias controladas, que realmente, eso de que son controladas es simplemente un mito.

Igual preocupación también siento por las demás provincias que circundan a Santiago, "en medio de la fértil campiña Cibaeña, bañada por las aguas del Yaque dormilón"……, como lo dice en una estrofa de sus canciones nuestro querido y afamado artista, poeta y compositor don Juan Lockuard (puertoplateño).

Este preámbulo viene a ser, por el último acontecimiento acaecido en pleno Carnaval santiaguero, donde le arrebataron la vida a un niño que andaba con su padre en un ambiente de jolgorio y fiestas paganas o llámese actividades culturales, que para otros tiempos daba gusto asistir, pero que ahora, debido a la inseguridad, las actividades carnavalescas del Cibao Central, se han convertido en un peligro público.

Según informaciones divulgadas por algunos medios y personas apostadas cerca de lo sucedido, la Policía acudió al lugar a controlar “una contaminación sónica”, ¿en medio de un carnaval?, bullicio que supuestamente afectaba a vecinos del lugar.

En medio de la algarabía, los agentes cuando abordaron al padre del niño, éste, supuestamente, desobedeció el mandato policial, lo que terminó en una trifulca entre el progenitor del niño y los uniformados, integrantes de un equipo élite de la institución.

De acuerdo a lo que se nota en un video, uno de los agentes disparó e hirió mortalmente al niño. Accidental o no, fue una imprudencia disparar en medio de una multitud, donde nadie desenfundó un arma de fuego.

Tan pronto esto ocurrió, en medio del confuso incidente, los agentes subieron al policía homicida en una unidad de la institución, y salieron huyendo del lugar, dejando a su pequeña víctima tendida en el suelo en medio de un charco de sangre.

Lo lamentable de esta trifulca es la pérdida de una vida, de un niño de apenas 12 años, que iniciaba con altos índice de convertirse en un prospecto social de Santiago.

Que en Paz descanse el alma de este niño que cae iniciando el alba útil de su vida.

Sólo deseamos que el Ministerio Público, actúe con drasticidad y que el o los culpables de este vil asesinato, paguen con sus acciones, que son criminales.

Finalmente, creemos que el presidente Luis Abinader debe tomar cuantas medidas sean necesarias, para evitar que inocentes continúen pagando el precio de la inseguridad que hoy sufre el país, y hacer los “cambios” que tantas veces prometió, que haría, y que la población aún espera.