BRASIL
Luiz Inácio Lula da Silva fue investido este domingo, por tercera vez, presidente de Brasil, dos meses después de derrotar en las elecciones a su rival, Jair Bolsonaro.
En su discurso, tras su juramentación, Lula ha reiterado su voluntad a “reconstruir” el país con la ayuda de todos los brasileños.
“El diagnóstico que recibimos del gobierno de transición es desastroso. Vaciaron los recursos de salud, desmontaron la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología, destruyeron la protección del medio ambiente”, señaló el presidente durante la ceremonia realizada en el Congreso de Brasilia,
En su primer discurso de su tercer mandato como Presidente de la República, Lula da Silva (PT) predicó por la reconstrucción del país y la democracia.
Lula repitió su discurso de toma de posesión en 2003, cuando asumió por primera vez, al enfatizar que su gobierno estará comprometido con el combate al hambre, tema que señaló como "un síntoma de la devastación en el país en los últimos años".
“Hace veinte años, comencé el discurso inaugural con la palabra cambio y dije en aquella ocasión que la misión de mi vida estaría cumplida cuando cada brasero pudiera tener tres comidas al día.
En ese sentido, Lula recordó su compromiso hoy "ante el aumento de la pobreza y el hambre que habíamos superado es el síntoma más grave de la devastación del país en los últimos años".
"Hoy, el mensaje al país es de esperanza y reconstrucción", subrayó.
Igualmente, Lula predicó en el pleno de la Cámara para predicar "la democracia para siempre" e indicó que su mandato no tendrá "ningún espíritu de venganza", sino que "los que se equivocaron responderán de sus errores".
"No tenemos afán de venganza, pero garantizaremos el estado de derecho. Los que erraron responderán de sus errores, con derecho a la plena defensa dentro del debido proceso legal. Al odio responderemos con amor, a la mentira con verdad, al terror y la violencia con leyes y sus más duras consecuencias", expresó.
Asimismo, con críticas a la gestión de Jair Bolsonaro, Lula también citó un diagnóstico "aterrador" del equipo de transición del gobierno, refiriéndose al legado dejado por su antecesor:
"El diagnóstico que recibimos del gobierno de transición es espantoso. Vaciaron los recursos de salud, desmantelaron la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología. Destruyeron la protección del medio ambiente. No dejaron recursos para el almuerzo, la vacunación. Desorganizaron la gobernanza de la economía, la financiación pública, el apoyo a empresas y emprendedores. Despilfarraron los bancos estatales y públicos", sostivo.