Es admirable saber que la República de China produce, para sus propios ciudadanos, alimentos imposibles de cuantificar, como difícil es establecer sus exportaciones.
Superando en más de 4 veces la cantidad de habitantes de Estados Unidos, la gente suele preguntarse ¿cuál es la magia del gigante asiático?
Aunque China es la nación más poblada, su capital posee menos habitantes que la ciudad de la plaza de las Tres Culturas, es decir, México City.
Producir para un mercado nativo que supera los 1,300 millones de personas, y al mismo tiempo, millones para exportar, revela la gran capacidad instalada, y que en calidad y precios, ha hecho de la nación china la ¿segunda economía mundial?
La sabiduría del pueblo chino superó limitaciones ideológicas, a tal nivel en el cual el ping pong llegó a los principales salones del Gran Capital, incluso antes de que el béisbol llegara, sin avisar, a su territorio.
China rompió la barrera del idioma y del gran capital, e inició un recorrido por el mundo, haciendo difícil establecer el origen de los inversionistas.