Hola, amigos, ¿qué tal? Compartiendo un día con mis estudiantes de 4to. año, les pregunté “¿cuál era el nombre del conserje que limpia la escuela?”.
Muchos lo veían constantemente y nunca se preocupaban por saber su nombre, ni saludarlo.
Alguien me preguntó si eso era importante, claro que sí, muy importante respondí pues todas las personas son merecedoras de ser saludadas con su nombre cada día y tratadas con respeto y amor.
A partir de ese día todos saludaban al americano, apodo que le pusimos, se hizo famoso entre los muchachos, los enseñé a amar y respetar a sus profesores y a todo el personal del colegio, a quienes tenían que saludar con cariño y respeto.
Víctor Martínez siempre educó en el amor, por amor y para el amor, no me importaban las calificaciones, me importaban más los valores, las relaciones humanas y la salud mental de mis muchachos. Les enseñaba siempre que todos los seres humanos eran valiosos, sin importar su condición social.
¿Y sus hijos saludan a las domésticas y conserjes del edificio con respeto y amor?
Dios bendiga a mis exalumnos por donde quiera que se encuentren.
Hasta la próxima.