“Ayúdame a salvar una vida”
Hola amigos, ¿qué tal? Una falsa creencia que muchas veces tenemos es la de creer que mientras mas lejos de las tentaciones estamos, menos pecamos y seremos más santos.
El desarrollo espiritual de nosotros tiene lugar en la existencia diaria, enfrentando las dificultades y tentaciones. Es fácil sentirse santo y bueno estando encerrado en un retiro espiritual, alejado del mundo, concentrado solo en mi yo e ignorando a los demás.
Si es cierto que el pecado crece en la oscuridad del alma, la verdadera virtud y valor está en iluminar el alma con la presencia de quienes nos rodean, interactuando con ellos y venciendo el mal con el bien.
Para alcanzar la santidad debemos ayudar al prójimo, ser solidarios, predicarles la Palabra con el ejemplo, la sonrisa, la mano amiga, el abrazo sincero, y las palabras tiernas.
Sin esas personas en nuestro mundo, perderíamos la oportunidad de crecer.
Víctor Martínez está de acuerdo con el fortalecimiento espiritual a través de la práctica de la oración, la meditación y la reflexión profunda, fortaleciéndonos en el Espíritu, pero para ir a servir, a ayudar al Padre en la salvación del mundo.
Someternos a las tentaciones, en medio del mundo y vencerlas, enfrentar las caídas con dignidad y humildad, reconocernos pecadores ante el Padre, arrepentirnos y enmendarnos nos lleva a alcanzar la santidad.
Carga con tu cruz y recuerda que los caminos del cielo están llenos de espinas. Bendiciones.
Hasta la próxima.