¿Quiénes espían, tienen miedo?

Ahora el espionaje se ha convertido en una fuente lucrativa para aquellos que ejercen el poder con miedo.

Tras revelarse la existencia de una base de datos, en Estados Unidos, donde se incluye a periodistas en ejercicio, se preguntarán ¿cuál es el miedo?

Se recordará el tristemente escándalo de Watergate, donde los republicanos espiaban la convención Demócrata, que se realizaba en un hotel de ese nombre.

Ese escándalo, sabiamente sacado a la luz por el periódico Washington Post, derrumbó, en forma total, a la administración del presidente Richard Nixon, incluido al vicepresidente y otros funcionarios.

Desde inicio de su mandato, el presidente Donald Trump, prefirió utilizar las redes, limitar su vocero de Prensa y ser él mismo el portavoz suyo.
¿Por qué tener en una base de datos nombres y número de pasaportes de periodistas? Es posible que esa respuesta la tenga el gobierno.

Hurgar en la vida pública y privada de los ciudadanos, parece ser una inversión que satisface el ego de ciertas autoridades, y de quienes temen a la verdad.

Incluso antes de ser electo presidente, el actual mandatario se mostró arrogante y desafiante contra los comunicadores que adversan sus actuaciones.

Aquellos que en una administración política, constituyen voces que luzcan contrarias a un gobierno, si suelen utilizar computadores y celulares, deben saber están bajo control de los espías.